Mirar por las ventanas hacia el interior cuando es de noche me encanta. De puro curiosa. Ver la luz como destella. Como se mueven las personas adentro. Adivinar que dicen es todo un desafío.
Hablamos sobre espacios llenos de atmósfera. Atmósfera me refiero el aire que respiramos?
Vemos atmósferas en esas ventanas ajenas?
De emitir planos y especificaciones de revestimientos vivimos los interioristas, en ningún proyecto está la ficha técnica de la atmósfera a lograr.
Ojalá tuviéramos la receta exacta y certera para lograrlo.
Reflejo de las luces en los materiales y revestimientos, paleta cromática acorde, proporciones y distribución coherente, y ese “no se que”…. Si, no se rían…. Ese algo que no podemos describir
Crear o renovar un espacio es siempre un gran desafío, aunque no lo crean es un proceso creativo muchas veces doloroso desde varios puntos de vista, pero tenemos que superarlo para crear algo superior a lo existente.
Como si fuéramos directores de cine tenemos que coordinar cada una de las variables, dirigir el diseño, entregar la información correcta, tratar de comunicar de la mejor manera, instalaciones, coordinaciones varias, un puzzle complejísimo aunque el espacio sea pequeño.
Buen gusto no lo tienen todos, pero sí muchos, pero no sólo se trata de eso, se trata de resolver bien el problema. De entender bien el requerimiento, de escuchar bien el encargo. De investigar cómo solucionarlo, de comprender las competencias del mercado, de saber las elecciones que el resto va tomando, cuales son las tendencias, si existen patrones, si hay limitaciones….
Si combinamos todas esas complejidades en una coctelera y de verdad logramos darle en el clavo… el resultado no tiene limites, la creatividad es infinita.
“Buildings should have an emocional core - a space with, in itself, has an emotional feeling”
Peter Zumthor habla que los espacios tienen alma, o al menos así interpreto esta frase.
Jason Pomeranc, quien creó la lujosa marca lifestyle SIXTY Hotels y Hotel Civilizan en NY (búsquelos), en una de sus entrevistas describe que en la creación de sus proyectos el apunta a que siempre sea una experiencia cinematográfica. Recrear que la gente se sienta dentro de una película. Imaginen la fotografía, escenografías fabulosas, luces doradas que bañan los espacios.…

Glorioso, no? Transportar, llevar una nueva realidad y a la vez emocionar!
Por que si, “ese no se que” es emoción + experiencia + solución
Actualmente una de las herramientas que usamos para presentar las ideas son los renders, realidades virtuales, en donde podemos hacer todo, todo es posible…. Pero qué pasa si eso no se traduce al resultado final….
Hace años había un cliente que nos preguntaba si el resultado final iba a tener ese “glow” de los renders…. Recuerdo eso como un gran parámetro de lo que prometemos, como lo construimos, como lo logramos.
El resultado es un parte de un desarrollo, unos más largos que otros, un proceso que cuando lo habitamos terminado nos debe emocionar, emocionar de verdad, conectar….
Y ahí viene lo importante: que nos emociona? La luz? El aroma? La música? La disposición? Nos emociona lo único, lo particular, lo que sorprende y sobresale…
Creo que finalmente nos emociona el alma de la atmósfera
Eso que lo hace diferenciarse de otros, que nos hace sentir diferente, en donde se mezclan los recuerdos y nuevas experiencias, en donde que quieres estar, a donde quieres volver...
¿Tus espacios te emocionan? ¿Tus espacios tienen alma?
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